Protección contra la corrosión y oxidación en baterías y evaporadores
En general, todos los componentes de un sistema de refrigeración que sea utilizado en o para un ambiente potencialmente corrosivo deberán estar protegidos de manera adecuada desde el momento de su fabricación. En el caso de la refrigeración comercial hablamos de muebles y mostradores refrigerados de supermercado, muebles bajo mostrador en sector Horeca, cámaras o cuartos fríos en distribución o industria alimentaria. El riesgo de corrosión puede venir por la zona en la que se encuentre o por el tipo de producto que vaya a refrigerar.
En concreto, la corrosión en una batería o evaporador estático provoca la separación entre el tubo y la aleta y por tanto desparece la transmisión de calor entre uno y otro; y por otra parte se degrada el tubo y pueden producirse fugas de gas refrigerante.
Las situaciones más comunes en que puede darse corrosión en la refrigeración comercial son:
- Exposición a la humedad, por ejemplo en zonas cercanas a la costa o conservación de líquidos sin protección.
- Ambientes salinos, bien por tratarse de una zona de trabajo cerca del mar o bien en la conservación de productos con alto contenido en sal como es la conservación de pescado.
- Contactos con ácidos, por ejemplo en procesos de fermentación de masas de pan y pastelería. En este proceso, los microorganismos metabolizan los nutrientes y producen ácidos orgánicos, gases y alcohol que pueden ser corrosivos para los metales. Otro ejemplo de contacto con ácidos es la conservación de algunas frutas, por ejemplo la manzana.
Recubrimientos protectores para evitar la corrosión en los evaporadores
De forma general, los evaporadores se pueden proteger mediante un tratamiento integral de cataforesis, un baño de estaño o de pintura. Queremos centrarnos en este último sistema, ya que dentro de la pintura existen distintas soluciones. En general, la ventaja de utilizar la pintura como medio de protección es su coste frente al baño de estaño o la cataforesis. Todos los métodos indicados reducen la transmisión de calor porqué ninguno está especialmente concebido para ello. Ahí es donde una pintura diseñada de manera específica para la protección de intercambiadores de calor puede suponer un ahorro en costes de fabricación del evaporador sin una reducción relevante de sus propiedades. La buena conductividad térmica nos supondrá ahorro de costes energéticos en la instalación a lo largo de toda la vida útil del intercambiador.
En refrigeración comercial también es importante asegurarse que el tratamiento anticorrosión del intercambiador de calor sea compatible con el ambiente alimentario y disponga de las certificaciones correspondientes. No es necesario que pueda estar en contacto directo con los alimentos pero sí que no desprenda ninguna substancia que pueda alterarlos o contaminarlos.
En Sereva protegemos las baterías de evaporadores aplicando una solución a base de poliuretano impregnado de aluminio. Se trata del sistema de revestimiento KL10K fabricado por AQUA AERO compuesto por aglutinantes de poliuretano impregnados de un componente metálico con propiedades de alta elongación, pigmentación de aluminio añadida para establecer la transferencia de calor, resistencia química y propiedades de bloqueo UV. La resistencia a la corrosión alcanza más de 10 000 horas (ASTM B117) y G85 3000 horas: la resistencia química es excelente. Además resiste hasta temperaturas de 120°máximo y -40°C de mínima. Se han hecho pruebas hasta 180ºC lo que también permite utilizarlo en condiciones extremas como por ejemplo cámaras climáticas.
Adjuntamos la siguiente comparativa entre varias soluciones de pintura:
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Protección contra la corrosión del resto de componentes del evaporador
La protección con pintura descrita se aplica a todo el bloque intercambiador de calor, es decir, serpentín, aletas y cabezales. En caso de uso de carcasa o si es el caso de un evaporador de tiro forzado, éste se puede fabricar en acero inoxidable tanto carcasa como tornillería y resto de partes metálicas.
